Grisel Fernández Minor se describe como “ilustradora,
chiquita, enamorada”, adora a su gato, el mar y dibujar. Detesta el frío.
Es ilustradora de tiempo completo para libros de texto
y libros infantiles en el despacho "Digital Stuff" (puedes ver más de su trabajo en http://m.flickr.com/#/photos/97033238@N08/ ).
Como a la mayoría de los ilustradores, se le achaca el haber pintado sus paredes con crayola a los dos años. Consideró ingresar al mundo de la plástica tras pasar un tiempo con su tía, la artista plástica Flor Minor, pero no le gustó el ambiente y se decidió por el diseño gráfico, carrera que le permitiría explotar su condición de dibujante compulsiva.
Grisel se interesó en ilustrar “Amarás en Guerra”
porque quería un cambio de la ilustración infantil a algo más “adulto”. Considera que el estilo que utilizó es “un ashurado parecido a un dibujo a pluma atómica” y lo
concibió porque “necesitaba un toque de época y tenía que ser en blanco y
negro”.
“…Pense que la solución lógica al blanco y negro era el grabado y así salio.”
En su opinión “Amarás en Guerra” es “una historia que te atrapa, que tiene unos conceptos muy locos pero que uno lo hace debrayar y clavarse” y además dice que las ilustraciones son como sus “bebitos” por lo que está tan orgullosa de ellas como una “mamá cuervo”.
El Escritor: Arturo B. Loranca
Sujeto enfrascado en una interminable lucha contra el aburrimiento, de mente
irregular y gato gris. Tiene diversos
alter-egos y está enamorado de cualquier tipo de historia. Detesta sufrir
prepotencias, impotencias e incontinencias (sobre todo incontinencias).
Uno de sus alter-egos es abogado encargado de litigos en una empresa transnacional (por lo que básicamente pasa la mayor parte de su tiempo pensando en la forma de fastidiar a alguien), el resto se dedican al consumo de historias, datos inútiles y alguna que otra substancia tóxica. Ha escrito numerosos artículos y ensayos sobre "piratería", propiedad intelectual, derecho, política, su afición a David Bowie y la relatividad del conocimiento en los tiempos del WI FI.
Se decidió a escribir “Amarás en Guerra” porque “quería
escribir algo menos tétrico” y que "no fastidiara a nadie".
En sus palabras, la novela es “una re-construcción de los cuentos de hadas, incluyendo la religión y la historia”.
“Si la vida es puro cuento yo prefiero que sea uno con magia, princesas y caballeros que todavía pelean con espadas (en contraste a burocracia,"reinitas" y "templarios" que pelean con AK 47s)”.
En su opinión “Amarás en Guerra” es harto divertida.